Mensaje sin Botella 15

El retorno

¡He vuelto! Ya estoy de nuevo en Madrid, y que desconsiderados, ¡todo el mundo habla español! Así me pasa, que esta mañana en la panadería he dicho en alto, pues vaya mierda de peinado lleva la señora de azul, y me ha entendido todo el mundo, también puede ser porque al decir estas palabras la estaba señalando con el dedo. Pero sea porque ya no estoy en Italia, o sea porque la gente me entiende, se nota que he vuelto. Lo de la panadería ha sido buenísimo, yo iba a la Farmacia de toda la vida a comprarme un colirio para los ojos pero en lugar de la farmacia me he encontrado una tienda de alimentación. Imaginad que confusión, que si yo no tengo colirio esto es una panadería, que si no me importa yo quiero dos botes, que si vete a la mierda, que si te vas a comer la bolsa de matutano, que si zorra, que si cabrón, que si llamo a mi marido... al final he ido a la farmacia de otra calle a por colirio, tiritas, bendas y hielo para el ojo.

Pero he vuelto, Italia se terminó. Si esperáis que resuma en solo un mensaje sin botella mi experiencia de un mes allí tenéis demasiadas esperanzas puestas en mi. Solo digo que fiarse de un país que tiene forma de bota de mujer no es muy apropiado. Aun así la experiencia ha sido buenísima. Fui camarero, y para matar la leyenda os diré... que no se liga tanto como se dice, el olor a café y el enfado de los clientes que exigían explicaciones cuando se me caía una bandeja encima o cuando me pedían un café con espuma y yo para hacer la espuma soplaba en el café con una pajita, pues la reputación no era muy buena. ¡Pero me daban propinas! Me han dicho que en Italia se llaman patadas en el culo. Y aquí estoy, tras la última propina, un mes después escribiendo de nuevo mesaggi senza botiglia, uy perdón, con el tiempo me acostumbraré. Ahora me voy a la cama a pensar en todo lo que en este tiempo perdí y gané.

Dedicado a Antonio (Chile) y Lourdes que siempre

me habéis pedido más y más mensajes sin botella,

gracias por vuestros ánimos.

Perdón si no es el nivel que pedíais jaja.

Y a Jessy y Sara necesitadas ahora de sonrisas, os mando un millón.

Chema

9/09/08