Mensaje sin Botella 21

De mensajes sin botella y otras tonterias

Ya lo habéis conseguido, me acabo de pelear con una de mis musas. Y es que no ha aceptado muy bien que le dijera, “Eh tú, que hoy curramos” no sé si por lo de tener que trabajar o por que se lo decía mirándole los pechos. Pero a ver que hacemos, uno está tan tranquilo en casa, jugando con las vocales de la sopa de letras, (por cierto ¿no os habéis dado cuenta que es imposible decir a e i o u sin añadir después...un borriquito como tú tururú?...probadlo es imposible) y me llega un mail en el que Vanessa me dice. “cuando veo que no me ha llegado un mensaje sin botella pienso ¡jo vaya mierda!” así que sin nada de presión he llamado a las musas para ponernos a escribir y no veas que cabreo, que si cabrón, que si puta, que si cuidao que te arranco las alas, que si yo no tengo alas donde coño has visto que las musas tengan alas, que si yo que se, que si pues tu sabrás, que si yo he visto el señor de los anillos y Légolas llevaba alas, que si no llevaba alas era frodo montao encima tratando de follarselo, además era un elfo... Un desastre. Y es que no es fácil escribir todos los días mensajes sin botella. Os confesaré una cosa, ya lo hacia hace tiempo y no me fue bien. La que peor lo llevaba era mi novia, el día de nuestra boda me acordé que según terminara la ceremonia nos debíamos marchar de viaje de luna de miel así que me puse a escribir el mensaje sin botella allí mismo, en el altar, sobre la espalda de su abuelo. El cura siguió, pues le pagábamos por horas, así que mientras el decía eso de “aceptas a esta mujer”... yo seguía con mi mensaje... “hoy me casao, bueno aun no...”. Al final me di cuenta que toda la gente que me quería estaba allí, los 3, así que cogí el micrófono, abrí la Biblia a suertes y empecé a bromear con la primera página que apareció... “Mira que es tonto judas, si ves que hay un pintor el día de la última cena allí, no poses escondiendo las monedas en la espalda, que se ven, yo creo que quería que le pillaran... y la magdalena... ¡que puta!” Ahí ya me echaron de la iglesia, se lió la de dios... nunca mejor dicho. No me dejaron entrar en una iglesia hasta años después en que murió uno de sus familiares. Y lo mismo, el día del entierro me acordé que luego no podía escribir y me puse hacerlo allí mismo, otra vez sobre la espalda de su abuelo... el cura ya se puso como un loco, que si no tengo respeto por los muertos, que si por lo menos hubiera dejado cerrada la tapa del ataud, que si al abuelo no le importa ya me dejó hacerlo en vida, que si eres un cabrón, que si espera que termino, que si abuelo va con b y no con v... otro desastre. Y no ha sido la única vez que he tenido problemas...

Dedicado a Vanessa
si en el fondo no sabes
cuantisima ilusión me ha echo :)

Chema
16/09/08