Aguadillas II (Waterdillas)
.... así que un mes después me metí de quaterback en la universidad de Güisconsin, algo lejos, pasando Cuenca. Y es que mi rodilla necesitaba un descanso y vi la oportunidad de tomarme un tiempo de relax practicando fútbol americano en una universidad americana. La verdad es que en el equipo jugué bien, salvo los dos primeros partidos en los que nadie me avisó que debía ponerme un casco y una huevera. A lo de las hombreras me negué, ¿qué soy? ¿mi abuela a en los años ochenta?. Pero salvo por esos pequeños detalles hice una buena temporada. Los problemas los tuve con Alisson, la capitana de las animadoras, a mi no me gustaba mucho pero en Estados Unidos, y en el estado de Missuri en concreto, existe una ley que si tu eres la estrella del equipo de la universidad de un equipo debes ser novio de la capitana de las animadoras, es más en otros estados debes dejarla embarazada, y en el estado de Oregón si además te llamas Dawson debes vender los derechos de tu historia a la MTV para que hagan la película. Yo, a pesar de los comentarios de la gente, siempre confié mucho en ella. Cuando tuvimos nuestro primer hijo, a los tres meses de empezar juntos, sabía que era una chica diferente, ella siempre fue sincera conmigo y nunca me engañó, “tu siempre serás el primero” me decía, entonces no era hasta cuando terminábamos de hacerlo juntos que entraba otro chico en el cuarto. “si, si, ríete pero yo soy el primero”, pensaba yo, lo que no sé es porque a veces entraban todos juntos, que impacientes son estos americanos. Alisson dormía siempre hasta tarde, y a mi me daba tiempo a ayudar a mis compañeros en la hermandad, Delta Pica Alfa Romeo. Nos llevábamos fatal con los de Alfa Delta del Ebro y les hacíamos mil putadas. Pero sobre todo recuerdo el día de la graduación, donde a Alisson y a mi nos nombraron rey y reina del baile. Todo iba bien hasta que yo cogí el micro de la banda y comencé a cantar... “ese toriiiiiiiiito ay torito braaaaaavo” y es que alguien, para sorpresa de todos había echado alcohol en el ponche. Ese fue mi final. Y me fui de allí, dejando muchos amigos, aun recuerdo las últimas palabras de jhony. “Marcha tranquilo, yo cuidaré de Alisson” más adelante Mike me dijo igual y así hasta unos cuarenta chicos, el entrenador, siete profesores y el parroco. ¿Habéis visto alguna vez gente más amable?. Siempre les llevaré en mi corazón... entre otras cosas porque para entrar en mi hermandad había que tatuarse en el pecho, otro pecho, como símbolo y escudo de honor y eternidad.
.... así que un mes después me metí de quaterback en la universidad de Güisconsin, algo lejos, pasando Cuenca. Y es que mi rodilla necesitaba un descanso y vi la oportunidad de tomarme un tiempo de relax practicando fútbol americano en una universidad americana. La verdad es que en el equipo jugué bien, salvo los dos primeros partidos en los que nadie me avisó que debía ponerme un casco y una huevera. A lo de las hombreras me negué, ¿qué soy? ¿mi abuela a en los años ochenta?. Pero salvo por esos pequeños detalles hice una buena temporada. Los problemas los tuve con Alisson, la capitana de las animadoras, a mi no me gustaba mucho pero en Estados Unidos, y en el estado de Missuri en concreto, existe una ley que si tu eres la estrella del equipo de la universidad de un equipo debes ser novio de la capitana de las animadoras, es más en otros estados debes dejarla embarazada, y en el estado de Oregón si además te llamas Dawson debes vender los derechos de tu historia a la MTV para que hagan la película. Yo, a pesar de los comentarios de la gente, siempre confié mucho en ella. Cuando tuvimos nuestro primer hijo, a los tres meses de empezar juntos, sabía que era una chica diferente, ella siempre fue sincera conmigo y nunca me engañó, “tu siempre serás el primero” me decía, entonces no era hasta cuando terminábamos de hacerlo juntos que entraba otro chico en el cuarto. “si, si, ríete pero yo soy el primero”, pensaba yo, lo que no sé es porque a veces entraban todos juntos, que impacientes son estos americanos. Alisson dormía siempre hasta tarde, y a mi me daba tiempo a ayudar a mis compañeros en la hermandad, Delta Pica Alfa Romeo. Nos llevábamos fatal con los de Alfa Delta del Ebro y les hacíamos mil putadas. Pero sobre todo recuerdo el día de la graduación, donde a Alisson y a mi nos nombraron rey y reina del baile. Todo iba bien hasta que yo cogí el micro de la banda y comencé a cantar... “ese toriiiiiiiiito ay torito braaaaaavo” y es que alguien, para sorpresa de todos había echado alcohol en el ponche. Ese fue mi final. Y me fui de allí, dejando muchos amigos, aun recuerdo las últimas palabras de jhony. “Marcha tranquilo, yo cuidaré de Alisson” más adelante Mike me dijo igual y así hasta unos cuarenta chicos, el entrenador, siete profesores y el parroco. ¿Habéis visto alguna vez gente más amable?. Siempre les llevaré en mi corazón... entre otras cosas porque para entrar en mi hermandad había que tatuarse en el pecho, otro pecho, como símbolo y escudo de honor y eternidad.
Chema
15/09/08
15/09/08
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