Mensaje sin Botella 4

Horribilus aspecto.

Lo peor de quedarse todo el día en casa es que acabas olvidando tu aspecto físico, caes en la dejadez, involucionas, que para el que no lo sepa es como evolucionar pero al revés. Ha tenido que ser una cigüeña que había anidado en mi barba la que, tras un agudo graznido, me ha hecho ver la gravedad de mi aspecto. Ha sido terrible mirarme al espejo, terrible, me han dado ganas de coger el teléfono llamar a todas mis exnovias y pedirlas perdón. Pero tras varias duchas he vuelto a ser el de siempre. Sin embargo, no puedo seguir así, no puedo caer en esta rutina de mal aspecto. Como primera medida he decidido acompañar a mi madre a la compra. Ha estado bien. Pelear con viejecitas en la cola, estrujar los bollos cuando nadie miraba, hacer trompos con el carrito, gritar por el micrófono de las dependientas ¡fuego fuego! y todo para al final solo sacarle a mi madre una Coca-cola y un Donuts. ¡Joder mamá que te he llevado las bolsas!. Finalmente la solución ha llegado por si sola, tras divertirme hablando por el messenger con Laurita, Santo, Lorenzo, Mireia, Giuseppe, Juan, etc ha llegado el momento de Maka. ¡Cuánto tiempo! ¡Te queremos Chile! Entonces se le ha ocurrido probar la cámara del ordenador donde se encontraba. ¡Coño! ¡Perfecto! ¡Un motivo para peinarse!. Ya solo queda que alguien quiera hablar conmigo para así lavarme la cara o meter barriga. Lo peor es que mi éxito ha sido derribado como un castillo de arena cuando mi querida amiga me ha comentado, te veo igual que siempre, salvo por la barba... cuando pocos minutos antes me acababa de afeitar. Ahora con un vaso de leche con galletas y mermelada (consejo de una buena amiga) estoy tumbado en la cama llenándome de migas y pensando, que casi es mejor no pensar.

10/07/08

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